ACTIVIDAD AUTOAPRENDIZAJE PREMANENTE
Somos el grupo G2_1_Práctica 2, formado por Andrea Agudo, Andrea Hernández, Héctor Tarapiella, Alejandro González, Diego Martínez.En esta práctica, Sello 1 + 5, la competencia elegida por nuestro grupo es Autoaprendizaje Permanente.
Para trabajar esta competencia, se preparan 4 estaciones y en cada una hay un reto en base a los estilos de aprendizaje de Kolb: estilo activo, estilo reflexivo, estilo teórico, estilo pragmático. En cada actividad se presenta una tarjeta con una breve descripción de cada modelo.
Las personas que realicen la actividad se dividen en parejas y van a la estación que les toca, gestionando su tiempo en cada actividad.
Ganará aquel equipo que haya conseguido completar las pruebas gestionando el tiempo de manera correcta, sin pasarse del límite.
Para realizar todas las actividades los grupos tendrán que saber gestionarse el tiempo, ya que dispondrán de 15 minutos para que todos los grupos acaben las 4 pruebas.
En esta reflexión analizaremos qué hemos aprendido con esta práctica, cómo hemos adquirido esos conocimientos y de qué manera nos servirán en nuestra futura labor como docentes. Esta evaluación nos permitirá valorar el proceso de aprendizaje y entender la importancia de cada experiencia vivida durante la práctica.
¿QUÉ HEMOS APRENDIDO CON ESTA PRÁCTICA?
Gracias a esta práctica, hemos aprendido a planificar y llevar a cabo actividades educativas de manera efectiva. Comprendimos la importancia de organizar nuestras clases con objetivos claros y estrategias que motiven a los estudiantes a participar activamente en su aprendizaje. También descubrimos que la enseñanza no es solo transmitir información, sino guiar a los estudiantes para que construyan su propio conocimiento.
Uno de los aspectos más importantes que aprendimos es que cada alumno es diferente y tiene su propio ritmo y estilo de aprendizaje. Esto nos enseñó la necesidad de ser flexibles y creativos en nuestras estrategias de enseñanza. Ahora entendemos que adaptar nuestras clases a las necesidades de los estudiantes es clave para que el aprendizaje sea significativo y duradero.
Además, adquirimos herramientas para evaluar el aprendizaje de los estudiantes, no solo mediante exámenes, sino también a través de observaciones, actividades en equipo y proyectos. Aprendimos que la evaluación no debe verse solo como una calificación, sino como una forma de ayudar a los alumnos a mejorar y a entender su propio progreso.
Otro aspecto clave que aprendimos fue la importancia de reflexionar sobre nuestro propio desempeño como maestros. Al analizar nuestras fortalezas y debilidades, podemos mejorar continuamente y ofrecer una mejor educación a nuestros alumnos. La autoevaluación y la retroalimentación de otros compañeros y profesores nos permiten identificar áreas de mejora y reforzar lo que estamos haciendo bien.
¿CÓMO LO HEMOS APRENDIDO?
Aprendimos a través de la combinación de teoría y práctica. Primero, estudiamos conceptos pedagógicos que nos ayudaron a entender cómo funciona el proceso de enseñanza-aprendizaje. Luego, aplicamos esos conocimientos en situaciones reales o simuladas con nuestros compañeros o entre nosotros mismos, lo que nos permitió experimentar y poner a prueba diferentes estrategias.
El trabajo en equipo también fue fundamental. Compartimos ideas con nuestros compañeros, debatimos sobre diferentes enfoques y aprendimos unos de otros. Este intercambio de experiencias nos ayudó a enriquecer nuestra visión sobre la enseñanza y a darnos cuenta de que no hay una única manera de enseñar bien, sino que cada situación requiere un enfoque distinto.Además, recibimos retroalimentación de nuestros docentes (especialmente Oscar) y compañeros, lo que nos permitió darnos cuenta de nuestros aciertos y errores. Gracias a esta evaluación constante, pudimos mejorar y fortalecer nuestras habilidades como futuros maestros. Saber aceptar críticas y aprender de ellas es esencial en la enseñanza, ya que siempre habrá nuevas formas de mejorar y adaptarse a las necesidades de los estudiantes.
Otro punto importante en nuestro aprendizaje fue la observación de otros docentes. Ver cómo otros enseñan y manejan situaciones en el aula nos dio ideas sobre qué estrategias podríamos aplicar en el futuro. Observar diferentes estilos de enseñanza nos permitió darnos cuenta de qué métodos funcionan mejor según el contexto y el grupo de estudiantes.
¿PARA QUÉ ME SIRVEN ESTOS APRENDIZAJES COMO FUTURO MAESTRO?
Los conocimientos adquiridos en esta práctica son esenciales para nuestro desarrollo como docentes. Saber cómo planificar clases, gestionar un grupo de estudiantes y evaluar su aprendizaje nos permitirá desempeñarnos de manera más eficiente en el aula. También nos ayudará a ser más organizados y a planificar nuestras clases con un propósito claro, en lugar de improvisar sobre la marcha.
También aprendimos que un buen maestro no solo enseña, sino que también está en constante aprendizaje. Reflexionar sobre nuestro trabajo nos ayudará a mejorar día a día y a adaptarnos a los desafíos de la educación. Un maestro que sigue aprendiendo puede ofrecer mejores oportunidades a sus estudiantes, ya que siempre busca nuevas formas de hacer que el aprendizaje sea más interesante y efectivo.
Además, esta práctica nos ha enseñado la importancia de la paciencia y la empatía en la enseñanza. No todos los estudiantes aprenden al mismo ritmo (en este caso no se aprecia tanto la diferencia ya que nuestros “alumnos” son nuestros compañeros de grado y estamos casi todos al mismo nivel de enseñanza), y como maestros, debemos encontrar formas de apoyarlos sin que se sientan frustrados o desmotivados. También hemos aprendido a escuchar a los alumnos y a entender sus dificultades, lo que nos permitirá guiarlos de una mejor manera.Por último, esta práctica nos ha dado más confianza para enfrentarnos a la realidad del aula. Nos ha mostrado que la enseñanza requiere paciencia, creatividad y flexibilidad, y que nuestro papel es guiar a los estudiantes para que desarrollen sus habilidades y conocimientos. Nos hemos dado cuenta de que ser maestro es una gran responsabilidad, pero también una oportunidad única para impactar positivamente en la vida de los alumnos.